martes, 24 de mayo de 2011

Esa persona eres TÚ:)

Necesito a esa persona que me arrope cuando tenga frío, que me abrace cuando necesite cariño o que me seque las lágrimas cuando esté llorando,pero lo más importante es que esté a mi lado cuando menos lo merezca, porque será cuando más lo necesite.

Punto y final.

Recostada en mi cama abro la pequeña caja en donde guardo las pequeñas cosas que me recuerdan a ti. Cojo esa carta donde me juraste amor eterno, rompo a llorar y rompo la carta finjiendo así haber curado todo el dolor que deja tu ausencia. Acto seguido cojo ese llavero con forma de corazón que me conseguiste en la feria hace unos meses. Lo miro con furia y lo estampo contra el suelo. Casi inundada por las lagrimas que desprenden incansablemente mis ojos cojo la flor que queda dentro de la caja. La miro con nostalgia y cuidadosamente la dejo caer por mi ventana, esperando así que cuando pases por allí recuerdes lo que un día fue, y ya no es.

lunes, 23 de mayo de 2011



                      Sólo porque no sonría, no significa que no me hagas feliz.
                      Que no me ría, no quiere decir que no seas divertido.
                      Aunque no te mire fijamente, me pareces perfecto.
                      Si estoy horas sin hablar, no creas que me aburres.
                      Es sólo que a veces, me basta con estar a tu lado, sin hacer nada más.

Bailando canciones que ni conocemos,

Pero no importa, sigamos bailando toda la noche.

martes, 17 de mayo de 2011

C'est la vie.


Y me gusta que sea así.

Todo cambia en un instante, y nadie sabe por qué.

 Y así comenzó todo. Eramos dos desconocidos que nunca habían intercambiado miradas. Más tarde comenzamos una amistad seguida de una gran amistad. Eras la persona que más me conocía. La persona que más sonrisas me había sacado en un día. Eras esa persona con la que siempre me apetecía hablar. Y entonces nos enamoramos el uno del otro. Todo iba perfectamente. Me levantaba día a día pensando en verte. Un día todo terminó, y volvimos al principio.
Ahora tan solo somos dos desconocidos que no intercambian miradas.

closemyeyesandicanseeabetterday.#



¿Por qué cerramos los ojos cuando rezamos, cuando lloramos, cuando dormimos, soñamos, o cuando besamos? Porque sabemos que las mejores cosas de esta vida no se ven, se sienten.

Sin palabras.

Nunca te rindas, el esfuerzo merece la pena;)

La vida es como un simple columpio. Cuando estás en lo mas alto estás feliz, pero poco a poco vas bajando y tu felicidad baja también hasta que llegas al suelo y es cuando te derrumbas.
Pero no, no puedes rendirte. Extiende tus piernas, dalo todo para poder subir, porque cuando estés arriba comprobarás que el no haber tomado el camino fácil y quedarte en el suelo mereció 

la pena.  

Donde esté mi corazón♥

Se detuvo en la puerta. Casi podía olerlo. Los recuerdos empezaron a agolparse en su cabeza. Desde allí, inmóvil, contempló los detalles, despacio, impregnándose de ellos a través de la mirada. Uno a uno hasta llegar a la mesa.
Lo fotografía estaba en el centro, cerca de la pared, con un marco en metacrilato bastante grande que la hacía destacar. Una fotografía que conocía y recordaba.
Entró en la habitación y llegó hasta la mesa. Extendió su mano derecha y cogió el portarretratos. Pensaba. Luego sonrió. [...]
De repente la escena le recordo mucho otra situación que había tenido lugar aènas unos días antes. Los mismos protagonistas, distinta foto, distinto lugar.
- Era mi novia.
No se sobresaltó. Tal vez lo esperase. Miró en direccion a la puerta por la que ella misma acababa dee entrar y lo vio a él.
- ¿Qué le pasó?-preguntó Montse.
-No lo sé. Escapé de su lado como un idiota después de que casi muere por mi culpa.
-¿Le hiciste daño?
-No, ¿como podía hacerle daño si lo era todo para mí?
-¿La querías?
-La quiero.
[...]
-¿Y Gloria?- preguntó ella.
-Murió- reconoció el.
-¿Ya la has olvidado?
-No-fue sincero-. Nunca la olvidaré.
-Es justo- aceptó Montse.
Dejó su fotografía sobre la mesa y dio el primer paso. Sergio la imitó. Se encontraron en el centro de la habitación, a los pies de la cama, y allí se miraron a los ojos antes de abrazarse y apretarse con todas sus fuerzas, como si desearan fundirse el uno con el otro. Después, permanecieron así un tiempo indefinido, un minuto, dos, tal vez más. Hasta que se separaron lo justo para que sus labios se encontraran en el silencio.
El beso colmó la última ansiedad.
-Te quiero- susurró él.
- Por eso estoy aquí - dijo ella.